LLuvia de Ideas

En mi primer post, quiero exponer un tema siempre contingente para los que vivimos relacionados con el mundo del emprendimiento, los micro y pequeños empresarios y los actores público-privados de fomento. Suele decirse, en teoría, que una buena idea de negocio siempre tendrá acceso a financiamiento, ya sea por medio de entidades financieras, instrumentos de fomento, familiares, amigos, etc. Es en este punto donde nace el cuestionamiento básico: ¿Que es una buena idea de negocio?. Aquella que convierte $1 peso en $1000 pesos, la que genera riqueza, aquella que genera empleo o auto empleo, la que crea redes, la idea innovadora, la de subsistencia, la mas simple, la económicamente viable, etc?. De verdad, yo no lo tengo claro y al parecer las políticas públicas de fomento y las evaluaciones privadas tampoco. Entonces, viene mi segunda gran reflexión: ¿Son óptimas la Políticas de Apoyo que el Estado provee a través de sus instituciones de Fomento a los emprendedores y pymes nacionales?. Es un cuestionamiento amplio, en constante evolución y que siempre genera acaloradas discusiones en tiempos de elecciones, donde casualmente hay soluciones mágicas..... pero en la práctica?.
Lo que si tengo claro y que distingue a la masa emprendedora nacional, son las ganas y la necesidad de materializar sus ideas de la manera ágil y sencilla, tener acceso a créditos sin tantas exigencias, instrumentos de fomento visibles, de crear empresas no importando el tamaño de estas y no caer en la temida burocracia, en permisos, timbres, firmas y procesos engorrosos, que redundan inevitablemente, en una alta deserción y estados de resignación por parte de los emprendedores. Es de esperar, que cada uno de nosotros, desde nuestra propia perspectiva, tengamos una actitud proactiva en el afán de apoyar estas iniciativas, no sólo con el fin de lucrar, sino de aportar a la construcción de una sociedad con mayor equidad y oportunidades.